Aquí, una vez más, aparte de entregarnos enseñanzas nuevas, Ami nos lleva a visitar otros mundos, evolucionados y no evolucionados. De manera especial quiere mostrarnos algunas civilizaciones internas, es decir, mundos y bases secretas habitadas por dentro de algunos planetas. Así conoceremos Shaya-Salim, Hexis y Shambalá, esta última situada en nuestro mundo, bajo los Himalaya. Y se nos explica por qué las humanidades muy avanzadas escogen vivir dentro de los mundos y no afuera, y veremos que ello se justifica plenamente, pero siempre que se cuente con el caudal tecnológico inmenso que sólo un mundo especialmente avanzado (superior a Ophir) puede construir. Aquí, Ami nos presenta además al culpable de toda la maldad que existe en este planeta: “El Tirano del Mundo”, el cual tiene las riendas sobre muchas personas muy poderosas y malvadas. Por otro lado, este es el único libro de la trilogía que presenta violencia, calabozos, policía política, etc.; todo lo cual amenaza a Ami y a sus amiguitos, y hasta Ami en un momento se derrumba y no sabe qué hacer… Krato hace buenas migas con la abuela de Pedrito, y se mantiene el conflicto que aparece a lo largo de toda la historia; es decir, tratar de que los jóvenes enamorados de dos mundos diferentes, puedan por fin habitar en un mismo mundo, labor nada de fácil. Veremos si Ami consigue ayudar en esa tarea o no.