son documentos fundamentales que resumen el despertar político americano; el Memorial, anterior, fue una formal y enérgica súplica de la élite criolla de Nueva Granada por la igualdad de derechos con los peninsulares y la justa participación en los altos cargos de gobierno, argumentando que América era parte esencial de la monarquía española y no una mera colonia.
Por su parte, la Carta a Jamaica, escrita años más tarde por Bolívar tras el fracaso de la Segunda República, trasciende la petición de igualdad para convertirse en un audaz diagnóstico de la situación de opresión colonial, una crítica feroz a la tiranía española y, crucialmente, una ambiciosa visión de futuro que abogaba inequívocamente por la independencia total de las colonias y su eventual unión en una gran confederación de repúblicas, buscando apoyo extranjero para concretar esa libertad.
