Expresión más neta, enérgica y contundente del pensamiento tardío de Friedrich Nietzsche, El Anticristo fue el primer inédito que padeció las operaciones de falseamiento y mutilación que llevó a cabo Elisabeth Forster-Nietzsche. Ésta, además de suprimir párrafos enteros, así como el subtítulo del texto («Maldición sobre el cristianismo»), hizo creer que se trataba de la primera entrega de una obra a la que su hermano se había referido como proyecto: «La voluntad de poder» o «Transvaloración de todos los valores». Aparecido en 1895, aunque escrito en 1888, El Anticristo tardó todo este tiempo en ver la luz debido a su contenido, que levantó una gran polémica en su día.