En "El Extranjero" de Albert Camus, el protagonista, Meursault, es un hombre de la Argelia colonial que vive en un estado de indiferencia y apatía existencial. La novela se divide en dos partes: la primera narra su vida cotidiana y la falta de emoción que muestra ante eventos significativos, como la muerte de su madre, lo que lo lleva a una serie de decisiones aparentemente aleatorias que culminan en el asesinato de un árabe en una playa.
La segunda parte se centra en el juicio de Meursault, donde no es juzgado tanto por el crimen en sí, sino por su falta de remordimiento y su aparente insensibilidad ante la sociedad y sus convenciones morales. A través de este personaje, Camus explora la filosofía del absurdo, que postula que la vida no tiene un sentido inherente y que el ser humano está en constante conflicto con un universo irracional. Meursault, al aceptar esta falta de sentido y rechazar los consuelos de la religión y la moralidad social, se convierte en un símbolo del hombre que enfrenta la absurdidad de la existencia con una honestidad radical.
