El fantasma, un espectro orgulloso con más de trescientos años de experiencia aterrorizando, se encuentra por primera vez con unos habitantes que, lejos de asustarse, se burlan de él y frustran sistemáticamente sus intentos de espanto con lógica y remedios modernos (como ofrecerle lubricante para sus cadenas chirriantes).
Humillado y desesperado, Sir Simon encuentra consuelo y redención inesperada en la joven hija de la familia, Virginia Otis. Ella, con su compasión e inocencia, lo ayuda a cumplir una antigua profecía que le permitirá encontrar la paz eterna y el descanso que tanto anhela su alma.
