Un Mundo Feliz de Aldous Huxley presenta una sociedad futurista, la World State (Estado Mundial), que ha logrado la estabilidad a través de la eliminación de las emociones fuertes, la monogamia y la diversidad cultural. Los ciudadanos son genéticamente diseñados, condicionados y clasificados en castas (Alpha, Beta, Gamma, Delta, Epsilon) desde el nacimiento para desempeñar roles específicos. La felicidad se garantiza mediante el consumo irrestricto y el uso habitual del soma, una droga euforizante sin efectos secundarios.
La llegada de John "el Salvaje" —un joven nacido fuera del sistema en una reserva— a Londres desata un conflicto ideológico cuando confronta la eficiencia deshumanizada y la felicidad superficial del Estado Mundial con sus propios valores basados en la literatura shakesperiana, la religión, el amor y el sufrimiento, poniendo en evidencia el alto precio que la sociedad ha pagado por su perfecta estabilidad.
