Nicole Saint-Jones no ha podido olvidar el daño que le causó Lord Richard Illingsworth un año atrás. El único hombre que le había parecido honorable, caballeroso y divertido había resultado ser un farsante.
A pesar de no estar enamorada de Richard -o al menos eso cree- no ha podido olvidarlo, pero de ninguna manera está dispuesta a perdonarlo.
Sin embargo, las circunstancias harán que Nicole y Richard no tengan más remedio que encontrarse con frecuencia.