En medio de dramáticas afugias laborales y económicas, en medio también de la incertidumbre de su futuro y el de su familia, Karl Marx (Carlos Marx) abandona su natal Alemania para ser sostenida financiera y profesionalmente en Inglaterra por su, quizá, mejor amigo y confidente de toda su vida, el también alemán Federico Engels. Corren para Marx los difíciles y extremos años ubicados cronológicamente entre 1861 y 1867.
Había sido ya desterrado de Alemania por su posición crítica y tajante ante los medios detentores del poder y su contrariedad política en torno de los partidos que regían al país en esos años; El capital se convertiría en su vía de escape y medio único para poder expresar toda su discordia con el sistema que habrá de tomar inmisericordemente las vidas e ilusiones de millones de trabajadores, el proletariado, alrededor del mundo: el salvaje y desalmado sistema capitalista, al cual criticó y destrozó acérrimamente hasta el final de sus días.