Entre las opciones que tiene el hombre para acercarse a Dios están la fe y la razón; dos experiencias distintas, pero complementarias, a través de las cuales puede contemplar la verdad sobre sí mismo y sobre el Creador, así como aprender acerca del amor hacia el prójimo, hacia uno mismo y hacia Dios, fuente de todo amor. En este camino de conocimiento aparece la filosofía, que contribuye de manera directa a formular las preguntas sobre el sentido de la vida, y lo más importante, a trazar respuestas a estos inquietantes cuestionamientos. Desde los comienzos de la historia del ser humano, la filosofía y la cristiandad han estado ligadas de manera indisoluble; el hombre es una criatura espiritual y corporal, en cuya búsqueda de respuestas ha pasado de la contemplación (filosofía) a la acción (ciencia) en su afán por resolver el misterio de su origen. En Filosofía cristiana, el lector encontrará el vínculo entre la historia de la filosofía y la cristiandad, desde los comienzos de la teología con Santo Tomás de Aquino y San Agustín hasta los filósofos clásicos, Sócrates, Aristóteles y Platón; los filósofos modernos, Kant y Descartes, y la filosofía contemporánea encabezada por Hegel y Marx.